Capítulo 786
Después de haber aguantado tanto tiempo, de haber invertido tanto dinero en los Paz y de haber gastado una fortuna en organizar esta fiesta, ¡todo era para este momento!
“¿Ella realmente no entiende cuál es su lugar o está tratando de hacernos pasar vergüenza a Aspen y a nosotros a propósito?”
“Yo diría que vino aqui a provocar a propósito a Dalia. ¡Es que las amantes de ahora son cada vez más descaradas, si la esposa oficial no va tras de ellas, ellas mismas vienen a buscar problemas!”
“En las familias acomodadas lo que sobra son los hijos. Pensar que pueden ascender socialmente por tener hijos fuera del matrimonio es un cálculo muy equivocado. ¡En nuestra casa eso no se acepta!”
Cuando se mencionó a sus hijos, Carol se enfureció de inmediato y le dio una cachetada a la mujer,
“¡A ver si te atreves a decir algo más sobre mis hijos!”
Todos se quedaron atónitos, mientras la mujer, cubriéndose la cara, lloraba,
“Miren cómo son ahora las amantes, ¡tan descaradas que hasta se atreven a golpear a alguien en público! Uuuuh…”
“¡Basta!”
Paulo, sentado en su silla de ruedas, soltó una risita fría y mirando a Carol dijo, “Viniste a nuestra fiesta y golpeaste a uno de los nuestros, es una falta total de respeto y educación. Hoy, frente a todos estos testigos, en nombre de la familia Bello te digo que, aunque a Aspen le gustes, nuestra familia siempre ha defendido lo correcto y no lo injusto. Nosotros solo reconocemos a Dalia Paz, nunca te permitiremos entrar en la casa de los Bello
Aspen, con el rostro pálido de ira, abrazó a Carol por los hombros protegiéndola, y miró fijamente a Paulo,
“Hoy, delante de todos estos testigos, también les digo que, a partir de hoy, yo, Aspen, no tengo nada que ver con la familia Bello. De ahora en adelante, cada quien por su camino, sin involucrarnos el uno con el otro.”
La gente se quedó boquiabierta: “¡¿Qué?!”
Los Bello también tragaron saliva sorprendidos.
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Nadie esperaba que Aspen dijera algo así por Carol.
Aunque la relación de Aspen con la familia Bello siempre había sido tensa, nunca había hablado de cortar relaciones definitivamente. Siempre había una razón para
no irse.
Queria investigar la muerte de sus padres y las cenizas de su madre estaban en manos de Paulo, así que no podía cortar lazos con los Bello.
A pesar de las peleas, nunca había dicho nada sobre cortar definitivamente los vinculos.
Por eso, los Bello nunca pensaron que un día él tomaría la misma decisión que su padre y decidiría dejar la familia.
Sin Aspen, la familia Bello no sería nada.
Así que, en ese momento, además de los espectadores sorprendidos, estaban sus amigos y los Bello.
Los miembros de la familia Bello estaban tan conmocionados que no podían hablar. Aspen miró fríamente a Dalia,
“Aunque tú y yo somos esposos solo de nombre, sin ninguna relación real ni sentimientos, fuiste tú quien fue impuesta por los demás. Una vez que nos divorciemos hoy, te irás con ellos. ¡Justo a ellos les caes bien!”
Dalia, ya sintiéndose culpable, se asustó aún más con la ira de Aspen y comenzó a llorar.
Paulo volvió en sí, sabiendo muy bien lo que significaría para la familia Bello perder a Aspen, e intentó apelar a los vínculos familiares.
Con los ojos llenos de lágrimas, dijo,
“Aspen, ¿vas a cortar los lazos con la familja Bello solo por una mujer? Nosotros te criamos con tanto esfuerzo, no esperamos gratitud, pero tampoco deberías rompernos el corazón así.”
Margarita también gritó,
“¡Eres aún más tonto que ty padre! Aunque tu padre se metió con una mujer de dudosa reputación, al menos no era una amante. ¡Mira lo que haces tú, rompiendo con la familia por una amante! ¿No te da vergüenza? ¡Hasta temo que la gente se ría de nosotros!”
Carol ni siquiera esperaba que Aspen rompiera con su familia por ella.
Capitulo 786
Mirando fijamente a Aspen por un momento, y luego frunciendo el ceño hacial Margarita, dijo,
“Siempre hablando de mí como si fuera la amante de un hombre casado, ¿qué pruebas tienen de que soy una amante?”
“¿Pruebas? Si la esposa oficial está aquí, ¿cómo te atreves a negarlo?”
Carol giró hacia Dalia, con furia brillando en sus ojos.
¿Así que la forzaron a casarse en su lugar y al conocer la verdadera identidad de Aspen–querían regresar y arrebatárselo?
Ella estaba decidida a ver qué clase de esposa legítima era Dalia.
“Si tú eres su esposa, ¿entonces qué soy yo? ¿Dime?”