Capítulo 395
Ambos habian terminado en una reunión a puerta cerrado por su hijo Avo
El primero que se mostrara molesto, estarle fallándole al niño, asi que de repente ambos se volvieron “amigables”
Pero esa falsa armonia era solo un show para Miro.
En realidad, cada uno tenia sus propios planes ocultos,
A pedido de Miro, Carol también le preparó un plato a Aspen,
Los tres, cada uno con su sopa, sentados alrededor de la mesa, parecían estar en perfecta armonía.
Durante la comida, Miro no dejaba de elogiar la sopa que habia preparado Carol, y no solo se quedaba en los elogios, sino que también “obligaba” a Aspen a hacer lo mismo.
“Papa, ¿está buena la sopa que preparó mamá?”
El pequeño le lanzó esa pregunta a su padre, acompañada de una mirada de advertencia.
Aspen “…“, sin saber qué decir,
Era solo un caldo claro, ¿qué tan especial podía ser? Todos los caldos son iguales, ¿no?
Aunque eso pensaba, dijo con la boca, “Está deliciosa! ¡Muy buena!”
Miro sonrió satisfecho y luego le dijo a Carol, “Mamá, papá dice que la sopa está deliciosa.”
Carol “…”
Ja, como si me importara,
Pero levantó la vista y con una sonrisa respondió, “Si te gusta, come un poco más, todavía hay en la olla.”
Ambos bajaron la cabeza y fruncieron los labios.
De repente, el pequeño comedor volvió a quedar en silencio. Después de un rato, Aspen sintió un golpe en la pierna.
Miro le había dado una patada por debajo de la mesa,
Aspen levantó la vista, confundido, mirando a su hijo.
Miro fruncía el ceño, dándole señales.
Aspen estaba perdido, mirando con ojos interrogantes, ¿qué pasa?
Carol estaba sentada en frente, así que Miro no podía decir nada directamente, solo seguía dando señales con insistencia.
Aspen realmente no entendía, hasta que el pequeño se puso rojo de frustración.
Después de comer, Carol se fue a la cocina a limpiar, y Miro aprovechó para darle una lección a Aspen,
“Papá, tú eres el que quiere reconquistar a mamá, no yo. ¿No podrías ser un poco más observador? ¡No deberías esperar siempre a que te lo recuerde!”
Aspen quería decir que, aunque no era él quien perseguía, era él quien había pedido hacerlo, pero tuvo que guardarse ese comentario y preguntó,
“¿Qué estabas tratando de recordarme justo ahora?”
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Capitulo 395
Te estaba recordando que buscaras temas de conversación con mamá! A las chicas les gustan las
palabras dulces. Si ni siquiera hablas, ¿cómo vas a hacer feliz a mamá? Debes decirle cosas bonitas, mamá
es fácil de convencer.”
Aspen… Ah, ya veo.”
Después de decir eso, se sentó en el sofá, pero Miro lo agarró, frustrado,
“No basta con saber qué decir, también tienes que actuar! No importa cuánto hables si no lo demuestras con acciones. Ve a ayudar a mamá!”
Aspen *..* Bajo la mirada de su hijo, entró a la cocina, aunque a regañadientes.
Carol estaba lavando los platos y al verlo entrar, le dijo de inmediato,
“Puedes irte, no necesito ayuda.”
¿Para qué viene? Estorba.
Aspen respondió friamente, “Miro me pidió que viniera a ayudar.”
Lo que implicaba que no era su deseo entrar, sino que su hijo lo había mandado.
Carol puchereó y no dijo más, siguió con lo suyo.
Aspen tampoco la miró más de lo necesario, se puso a limpiar la encimera con un trapo.
Para Miro, que observaba desde afuera, parecía una escena muy armoniosa, pero los dos protagonistas se sentian más incómodos que nunca.
En ese momento de silencio, cada uno pensaba en lo suyo.
Aspen planeaba cómo obtener una muestra de ella en secreto para hacer una prueba de paternidad con
Miro
Carol pensaba en cómo lograr llevarse a su hijo lejos de él, deshacerse del patán y volar hacia la felicidad con su familia de cinco!
Un rato después, Nathan llegó y les contó sobre el alta de Miro esa tarde.
Como a Miro no le gustan los hospitales y no quería quedarse allí ni un minuto más tras despertar, decidieron darle el alta esa misma tarde.
Al oir sobre el alta, Carol empezó a maquinar en su interior.