Capítulo 389
“¡Por el amor de Dios, yo no hice trampa! Este informe es igual al último, lo hice yo mismo, isin ayuda de nadie!”
Carol lo defendió, “¡Yo creo en el Dr. Nathan!”
Nathan se sintió tan conmovido que casi abrazaba y lloraba con Carol.
Aspen frunció el ceño, claro que creía en Nathan, pero también creía en los otros tres.
¡Pero confiaba más en su instinto, tenía que ser ella, sin duda!
¡Debía haber un error en ese informe!
¡Probablemente Nathan se equivocó en algo durante el proceso!
Aspen miró a Carol, “Son cuatro informes en total, tres demuestran tu relación con Miro, ¿todavía quieres discutir?”
Carol, con toda la confianza del mundo, dijo,
“Esto no se puede analizar con probabilidades, si hay un error, ¡hay un problema!”
Aspen la miró en silencio por un momento, luego frunció el ceño,
“¡Tomemos nuevas muestras, y hagámoslo de nuevo!”
Carol casi escupía sangre de la frustración.
¡Apenas había escapado por los pelos!
¡Y justo cuando empezaba a celebrarlo, él salió con eso!
¡Qué perro!
Carol protestó, “¿Hacer qué? ¡Yo no estoy de acuerdo!”
No quería volver a hacerlo, ¿y si esta vez Miro no tenía la oportunidad de sabotear?
Ella pensaba que Miro había tenido algo que ver con el sabotaje.
Aspen la miró fijamente y preguntó,
“¿Por qué no estás de acuerdo? Solo necesitamos un cabello tuyo o una muestra de tu sangre, para ti no es una gran pérdida. Si realmente no tienes nada que ver, deberías aceptar sin problema.”
Carol contraatacó,
“¿Por qué? ¿Qué relación tengo contigo como para sacrificar un cabello o una muestra de sangre para calmarte? La verdad es que tengo muchas quejas sobre ti, no soy ninguna santa como para preocuparme por tus sentimientos. ¡Tú no eres nadie para mí como para que tenga que complacerte en todo!
Te lo digo, la ley de nuestro país establece que para hacer una prueba de paternidad privada, se necesita el consentimiento de las partes. Que tú hayas hecho la prueba sin mi consentimiento ya es ilegal.
No te he demandado para que desistas y dejes de molestarme. También por respeto a Miro no te he hecho un problema, pero más te vale no pasarte de la raya. ¡Hasta el conejo muerde cuando se siente acorralado!”
Hablaba sin parar, con la intención de irse después.
Aspen, con los labios apretados, no le respondió, solo preguntó,
¿Tomamos la muestra ahora? ¿Lo haces tú o lo hago yo?”
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Capitulo 389
Caray
Carol estaba furiosa, “¿Acaso no entiendes el español?!”
Aspen, cansado de hablar, agarro su muñeca para tomar la muestra.
Carol se resistio fieramente, cubriendose la cabeza y gritando,
“Sueltame, imbécil!”
Crack!
De repente, Miro abrió la puerta de la habitación y salió.
Frunciendo el ceño y claramente molesto, miró a Aspen, *¡Suelta a mi mamá!”
Aspen se quedó sorprendido y soltó a Carol, “Miro, ¿cómo saliste?*
Carol rápidamente se escondió detrás de Miro, preguntándole en voz baja, “¿Tienes frío, Miro?”
Miro primero le lanzó una mirada a Aspen y luego se volvió hacia Carol, diciendo dulcemente,
“No tengo frío, mamá. El agua en la olla ya está hirviendo, mejor ve a revisarla, tengo hambre.”
“Oh, claro, claro.* Carol se apresuró a volver a la cocina.
Miro luego miró a Nathan, ‘Nathan, tú también sigue con lo tuyo, quiero estar a solas con papá por un
momento.”
‘Claro, claro.” Nathan casi salió corriendo, sin querer quedarse ni un segundo más.
En el pasillo, solo quedaron Aspen y Miro, padre e hijo.
Miro frunció el ceño, mirando a su papá con frustración.