Capítulo 219
La voz de Carol, mezclada con el sonido del viento, era especialmente nguda y estridente.
Aspen estaba parado bajo la lluvia, con los labios apretados, mirándola con enojo, furioso por su reacción!
Abel se apresuró a intervenir,
“Srta. Carol, Aspen vino corriendo porque escuchó que ustedes tenían problemas, estaba preocupado de que no pudieran manejar la kuación y salieran perjudicados.”
“¡No necesitamos su ayuda! Primero me pasó a mi, y ahora mi hijo está involucrado, ¿todo esto por culpa de quién? Lo mejor que puede hacer por nosotros es mantenerse lejos!”
Carol estaba gritando.
Aspen, quien estaba tan furioso que le costaba encontrar las palabras para replicar.
“Alejate de mil ¡Alejate de mi hijo!” Dijo
Carol, forzando la vista para apartar la lluvia de sus ojos que estaban rojos de ira. Terminó de hablar y se dio la vuelta para
irse.
En la entrada, vio al guardia de seguridad y le dijo,
“Señor guardia, ese hombre no vive en nuestro complejo, por favor, no lo dejen entrar de nuevo, podria lastimar a mi familia yami
Abel se quedó en silencio sin intervenir.
Viendo la mirada cautelosa del guardia, Aspen volvió furioso a su coche.
Abel, resignado, se subio al coche después de atender una llamada.
En solo dos minutos, el interior del coche ya estaba lleno de humo, todo olía a cigarrillo.
Aspen fumaba sin parar, casi como si no estuviera inhalando tabaco, sino su propia ira.
Abel se sentó en el asiento del conductor, se gird y con una sonrisa incómoda, dijo:
“Acabo de averiguarlo, Margarita no tiene nada que ver con Carol, ella tenia fiebre anoche y estaba en la clinica recibiendo suero. Su hijo estaba jugando en el parque y fue quien encontró a Margarita por accidente, él fue quien llamó a la policía y asi la encontraron.
La Srta. Carol tiene testigos, así que Margarita no tiene forma de culparla. Pero aún no sabemos quién atacó a Margarita.”
Aspen frunció el ceño, su rostro más sombrio que nunca.
El coche quedó en silencio por un momento, luego de repente dijo,
“No quiero saber más sobre sus asuntos!*
*Aspen……
“¡Que viva o se muera no es
mi problemal
Abel se quedó atónito y dijo. “Pero… Miro solo quiere comer la comida que hace la Srta. Carol, no acepta la de nadie más.
“¡Que se muera de hambre pues!”
Aspen alzó la voz de repente, asustando tanto a Abel que no se atrevió a decir otra palabra.
La relación entre los dos había sido un sube y baja, y después de los eventos de esos dos dias, jhabía entrado definitivamente en una era de hielo!
Arriba, Tania vio que Carol habia yuelto y rápidamente le pasó una toalla limpia, preguntando,
“¿Ya se fueron?”
No preguntaba por la policía, sino por Aspen.
Ella habla estado justo en la puerta y en el momento en que se abrió, vio a Aspen.
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Así que cuando Carol cerró In puerta, Tania de inmediato detuvo a Lain y Ledo para que no la siguieren.
El motivo era que Carol quería hablar con el policía y ellos no deblan interrumpir,
Justo en el lugar donde estaban Lain y Ledo, no podian ver lo que pasaba afuera y, como tampoco sablan muy bien lo que pasaba, no pensaron mucho en ello y obedecieron.
Carol asintió, tomó la toalla y se seco de forma descuidado mientras respondia, “Se fueron ”
Tonia se golped el pecho dramáticamente y dijo, “Casi muero del susto! Estuve a punto de…
“¿Dónde están los niños?” Preguntó Carol de repente.
“Están en su habitación. Respondió Tania.
Carol se acercó, tocó la puerta y la abrió.
Lain estaba sentado frente a la computadora y, al ver entrar a Carol, rápidamente cambió de pantalla y se levantó de la silla.
“Mami.”
Ledo y Luca también miraron cautelosamente a Carol, “Mami.”
Carol no dijo nada, se acercó, se agacho y los atrajo a los tres a su abrazo,
Hablan sucedido muchas cosas aterradoras en esos dos días, y ella habia estado constantemente tensa.
Pero todo ese miedo combinado no era nada comparado con el pánico que sintió al ver a Aspen en ese momento.