Capítulo 183
Ella no llevaba la comida a Miro por el dinero, pero, ¿quién deja pasar plata? Con diez mil al dia, aunque fuera para saldar deudas, su vida tenía más
“¿Se comió todo lo que le prepare anoche? Carol le preguntd
“Mmm, no dejó nada, le encantó el quiso de vegetales.”
“Ah, bueno, le prepararé au comida favorita para el almuerzo.”
Bajo la influencia del dinero, Carol se volvía más dulce.
Otro golpe de frio la hizo encogerse de hombros y su nariz se puso roja de frio.
Aspen la observó por unos segundos, frunciendo el ceño, “Ven conmigo.”
Se gira y se dirigió hacia la entrada del edificio. Carol se apuró a decirle
“Mejor no entro, para que Miro no se enoje cuando despierte y me vea
“No se levanta hasta las ses y media.”
Eran apenas las seis,
Carol seguia sin querer entrar. Si Miro seguía durmiendo, sólo estarian ellos dos en la habitación, y no era apropiado estar a solas con él.
Aspen ya estaba en la puerta del edificio y al ver que ella seguía ahi parada, funció el ceño,
“Ve y recoge algo
“Algo? ¿Qué deberia recoger?”
Aspen no le respondió y subió las escaleras con sus largas zancadas,
Después de vacilar unos segundos, Carol lo siguió,
Subiendo uno tras otro, justo se cruzaron con el vecino y su esposa que bajaban a caminar, y saludaron con entusiasmo,
¡Ay! ¿Esa es la esposa de Ape? ¡Qué bonita es!”
Carol se quedó desconcertada.
Aspen les respondió cortésmente a los vecinos, “Ella no es mi esposa”
*¿Ah? ¿Entonces quién es?”
“La empleada del hogar”
Los vecinos se sintieron un poco incómodos y se fueron sonriendo.
Carol todavia podia orlos hablar entre ellos,
“Pero si parecen marido y mujer, seven como dos gotas de agua.”
“No todo lo que parece lo es.”
“¿Qué sabrás tú? No me crees, deberíamos comparar sus cartas astrales, estoy seguro de que están destinados el uno para el otro.”
Carol se quedó sin palabras…
“Entra.” Aspen ya estaba en la puerta de casa, abriéndola,
Carol subió y murmurd, “No soy tu empleada.”
“¿No quieres ser la empleada y prefieres ser mi esposa?”
Carol se sonrojo, ¡Qué dices! ¡Déjate de tonterías!”
Aspen, con un rostro imperturbable, la remató, “Mejor que no quieras, no me interesas.”
Dicho esto, entró en la casa
Carol, con los labios apretados, estuvo a punto de lanzarle el pozuelo sobre la cabeza.
Pero pensando en el pago, se contuvo.
Entro, se cambió las zapatillas y dejó el pozuelo en la mesa
Ni siquiera se quitó la chaqueta, claramente no tenia intención de quedarse mucho tiempo,
Habia venido a recoger algo, pero una vez dentro, no pudo evitar mirar hacia la habitación de Miro.
“¿Puedo puedo ir a ver a Miro?”
Hacia tiempo que no lo vela y realmente lo extrañaba
“Mmm”
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Capitulo 183
Con et peuten de Ape, Carol se aptesurd hacia la habitación de Miro, y justo cuando ta a abre la puerta, no pudo evitar preguntarle.
“Miro no está despierto, verdad?
Lo que menos quena eta molestario, porque si se enojaba, podría dejar de comer lo que ella cocinaba y eso le cerrara las puertas para acercars
Aspen le echó un vistare al teloj de la pared, “I e qundan quince minutos para despertarse.”
Aloh esa, Carol empuja la puerta y entró rápidamente.
La babitación estaba a escuras, se movió con cuidado y al ver el rostro de Miro, su corazón dio un vuelco
Se parecia tanto a sus hijos!
Al verlo, no podia evitar recordarlos.