Capítulo 150
La cosa es que Miro finalmente habia mostrado interés en algo más que su madre, y que pidiera comida era una señal de que le gustaba.
La pena era que pudo haber aprovechado para indagar más en sus gustos y darle un buen desayuno.
Pero como no habla cocinado él, no había complacido a Miro del todo.
Aun así, que a Miro le gustara la comida de Carol era algo bueno.
Rápidamente, llamó a Iván para que cuidara de Miro, y él salió de la casa.
Por otro lado, Carol acababa de despedir a los tres pequeñines.
Los tres no necesitaban desayunar en casa porque iban a comer en el jardin de infancia, asi que salieron temprano con Tania.
Carol estaba ordenando la casa y de vez en cuando miraba su celular.
Quería llamar a Aspen para preguntarle si a Miro le había gustado la comida que preparó, si había comido o
по.
Pero también le preocupaba que si llamaba en ese momento, Aspen y Miro estarian juntos y se daría cuenta de todo.
Asi que solo podia esperar ansiosa.
“¡Ring ring!” Sonó el timbre del celular.
Carol pensó inmediatamente en Aspen, corrió como una flecha hacia el teléfono que estaba sobre la mesa de café y lo miró.
Al ver que era él, se emocionó.
Su corazón latia rápido, “Hola.”
“Cuando tengas tiempo, haz más empanaditas, a Miro le encantan, dijo Aspen, casi como dando una orden.
Aunque su tono era distante, no podia ocultar la emoción.
Estaba de buen humor y se sentia algo contento.
Carol al escucharlo también se alegró, “¿De verdad? ¿Dijo algo?”
“No quedó satisfecho y pidió más.”
“¿Eh? ¿No quedó satisfecho? ¿Tan grande es el apetito de Miro? Pero si preparé bastante.
anaditas,
tres arepas con huevo y un buen plato de sopa de arroz con granos, además eran dos guarniciones. ¿Con todo eso no quedó satisfecho?”
Aspen se sintió un poco avergonzado para decir que él se había comido la mayor parte y solo atinó a decir, “Hmm.”
“Después haré más.”
Carol no pensó mucho en ello, “Bien, y cuándo le gustaria comer?”
“Esta noche, o quizás mañana por la mañana.”
**Listo! Esta tarde se los prepararé, se los llevaré a la mesa antes de la cena, te contactaré cuando estén
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Capitulo 150
listos.”
Carol iba a colgar, pero de repente escuchó a Aspen decir, “Salgamos a charlar un rato.”
“¿Eh?”
“Baja en diez minutos, iré a buscarte.”
“¿Para qué me buscas?”
“Para hablar, sobre Miro.”
Al escuchar eso, Carol bajó la guardia, ‘Está bien, entonces nos vemos abajo.”
“Mhm.”
Colgó el teléfono y se sentía muy feliz.
No sabia por qué, pero el simple hecho de que a Miro le gustara su comida la llenaba de felicidad.
¡Era como si ya hubiera dado el primer paso en una larga marcha!
Si ya habia comenzado a moverse, ¿qué tan lejos podría estar del éxito?
No sabia cuándo tendría que dejar Puerto Rafe, pero antes de irse, de verdad esperaba que Miro mejorara.
Carol dejó el celular y fue a su habitación a cambiarse para salir.
Justo cuando terminó de vestirse, sonó el timbre.
Pensó que era Aspen y abrió la puerta de inmediato.
Pero quienes estaban afuera eran otros, no era Aspen sino dos hombres desconocidos.
Carol estaba confundida, “¿Ustedes quiénes son…?”
En un segundo, uno de los hombres se le abalanzó, le tapó la boca y sin decir más, la arrastró al ascensor.
‘Mmm… Mmm…”
Carol luchaba con todas sus fuerzas, pero no era rival para esos dos hombres con tanta fuerza.
La llevaron a la fuerza al estacionamiento, la metieron en un carro y, sellando su boca y atando sus manos y ›ies, se fueron a toda velocidad del urbanismo.
Il carro parecia haber estado en la carretera por un buen rato y finalmente se detuvo en un edificio ibandonado en las afueras de la ciudad.
il bajar del carro, Carol estaba aún más aterrada.
La habían llevado a un lugar tan desolado para matarla?