Capítulo 149
¿Qué era eso de quedar bien?
¿Hay diferencia entre quedar bien y seducir?
¿Qué pretende ahora esta mujer?
Aspen regresó a casa lleno de dudas, abrió la caja térmica y el delicioso aroma le envolvió.
Ella habia preparado dos platos de guarniciones, un pan de huevo y seis empanaditas, además de un tazón de sopa de arroz con múltiples granos.
Las guarniciones tenían un color verde vibrante, el pan de huevo dorado, las empanaditas suaves y doraditas, la sopa de arroz con granos sueltos y tiernos…
Solo de verlo se te hacia agua la boca.
Aspen dudó un momento, pero al final probó uno por uno, como si estuviera probando veneno…
No encontró rastro de veneno, pero su estómago se había dejado llevar.
Sin
darse cuenta, se comió más de la mitad.
Si no se hubiera detenido a tiempo, probablemente habría devorado también la porción de Miro.
Mirando la hora, aún no eran las seis, Aspen volvió a guardar el desayuno que sobraba en la caja térmica y regresó a su habitación.
Dormir más estaba fuera de la cuestión.
Se recostó en la cama, cruzó las manos detrás de la cabeza y se quedó mirando el techo, perdido en sus pensamientos.
Todo lo que tenia en la mente era Carol.
No sabia qué estaba tratando de hacer, pero no podia evitar pensar de más.
A las seis y media en punto, Miro se levantó como siempre y fue a asearse.
Aspen ya había colocado el desayuno restante en la mesa, esperando a que Miro terminara para invitarlo al
comer.
Miro miró la comida sobre la mesa y luego lo miró a él con una expresión interrogante, “¿?”
Antes, el desayuno de Miro siempre consistia en ingredientes exóticos y variados, en comparación, el de hoy parecia bastante modesto.
Especialmente esos granos con arroz, algo que nunca habla estado en la mesa de Mir
Incluso si el chef de la casa le hubiera preparado esa comida, se la habrían presentado como obra de arte, sin forma reconocible de los granos.
No como ahora, que cualquiera que no fuera ciego sabría que era un plato de granos.
Aspen sabía lo que Miro estaba pensando y explicó: “Lo hice yo“.
Miro lo miró con sospecha, “Nunca antes habias hecho esto“:
Aspen dijo: “Porque nunca lo había hecho, pensé en prepararte algo nuevo para que lo probaras, a ver qué tal el sabor“.
Dicho esto, tomó una empanadita y la colocó en el plato de Miro.
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Capitulo 149
“Está rellena de carne con champiñones y un poco de zanahoria, ¿te gusta?”
Miro no pensó demasiado, miró la empanadita, dio un mordisco y masticó suavemente.
Aspen lo observaba fijamente desde el otro lado de la mesa.
Después de un rato, Miro dijo dos palabras, “Está rico“.
Aspen sintió una alegria involuntaria en la esquina de sus ojos y su corazón inquieto se calmó.
Sonrió y dijo: “Si està rico, come más. Estos otros dos también son tuyos, y prueba el pan de huevo“.
Miro no dijo nada, simplemente comió en silencio.
Aspen vio cómo devoraba todo lo que tenía delante y se sintió conmovido.
¡Su hijo finalmente estaba comiendo bien!
Pero al siguiente segundo, hubo una sorpresa, “¿Hay más?”
Miro lo miró con ojos llenos de esperanza.
Aspen se sorprendió, “¿Eh?”
Miro dijo: “No estoy satisfecho, quiero más“.
Si Aspen realmente lo hubiera hecho, seguramente ya estaría corriendo a la cocina.
Siempre estaba dispuesto a levantarse a mitad de la noche para cocinar si eso significaba que su hijo comiera lo que le gustaba.
Pero es que no lo había hecho él, no sabia cómo hacerlo.
Y aunque lo intentara, probablemente no tendría el mismo sabor que lo que hizo Carol.
Solo pudo decir: “Ya no hay, papá tiene un asunto urgente hoy, volveré más tarde y te hago algo“.
Una sombra de decepción cruzó los ojos de Miro.
No dijo nada, se levantó para lavarse las manos en el baño y volvió a su habitación.
Aspen sentía un revoltijo de emociones, feliz y a la vez lleno de remordimientos.
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